ALGO MUEVE al dirigente nacional del PRI, Rafael Alejandro Moreno Cárdenas para que de pronto le entraran las prisas de remover “ipso facto” al Presidente del Comité Directivo Estatal de ese partido, Adolfo “el Fofo” Ramírez Arana, de tal suerte que el 26 de este mes saldrá la convocatoria para el relevo y un día después, el 27, se abrirá el periodo de inscripción de 10 de la mañana a 12 del mediodía y acaso ese mismo día o el 28 a más tardar, los priistas veracruzanos estrenen nuevo líder o lideresa. Solo hay cuatro aspirantes de donde tendrá que salir un candidato de unidad: se trata –primero las mujeres- de Carolina Gudiño Corro, de origen terrablanquense, quien ya fue diputada y alcaldesa del puerto de Veracruz en la gestión gubernamental de Fidel Herrera Beltrán, además de catedrático de la Universidad Cristóbal Colón. Se sabe que la aspirante enfrenta algunos conflictos familiares que la mantienen ausente, aunque no por ello se le descarta; Lorena Piñón Rivera, la diputada Federal y cercana a “Alito” Moreno, aunque a decir de algunos militantes, en caso de ser seleccionada Presidenta, sería el último clavo que necesitaba el PRI para extinguirse en el Estado. Su arribo a las grandes ligas fue por una decisión que a muchos dejó sorprendidos: se postuló como candidata al CEN del PRI sin ninguna posibilidad, cuando Alejandro Moreno Cárdenas también buscaba esa posición, pero a medio camino decidió sumarse al campechano, lo que le valió el respaldo de este en lo sucesivo, logrando amarrar la diputación Federal plurinominal y una posición en el Comité Ejecutivo Nacional –como secretaria de gestión social- y, finalmente secretaria general del CDE. Respecto a los varones, solo hay dos y uno de estos, al parecer, ya se descartó. Se trataría de Ponciano Vázquez Lendechi, hijo del legendario ganadero –asesinado el 19 de noviembre de 2006 en Acayucan. Vázquez Lagunes fue el hombre más poderoso de Acayucan, Veracruz, San Juan Evangelista, Villa Juanita y en muchas zonas alrededor de la ciudad y puerto, quien a menudo regalaba dinero o construía infraestructura en el área en el que vivía, incluyendo carreteras, escuelas, centros de salud, albergues, puentes e iglesias. Tuvo seis hijos a los que impulsó en política solo con su nombre o legado: Fabiola Vázquez, ex alcaldesa de Acayucan; Regina Vázquez, exdiputada; Cirilo Vázquez, ex alcalde de Cosoleacaque y exdiputado local y Ponciano Vázquez, también exalcalde, y quien ahora busca ser dirigente Estatal del PRI.
EL CUARTO aspirante, y acaso uno de los favoritos es Silvio Lagos Galindo que ya fue diputado Federal, integrante de las comisiones de Hacienda y Crédito Público, Presupuesto y Cuenta Pública y Transportes; ha fungido como Secretario General de la Confederación Nacional de Organizaciones Populares en el Estado; Director Estatal de Asuntos Jurídicos del PRI; asesor jurídico de la Auditoria Superior de la Federación y Director de Asuntos Jurídicos del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia del Estado entre otros muchos cargos, y quien suena como el más viable de la mano del ex candidato a la Gubernatura del Estado, José Francisco Yunes Zorrilla, de quien fue representante del PRI ante el Organismo Público Local Electoral. Un quinto aspirante es, sin duda, Adolfo Ramírez Arana, aunque se entiende que si la convocatoria será lanzada con tanta premura es, precisamente, porque se busca retirarlo de la dirigencia, dados los flacos resultados obtenidos en la elección reciente y en 2024, pero aun peor, la versión de que andaría coqueteando con Movimiento Ciudadano, partido al que irían a parar infinidad de priistas en caso de que Alito Moreno se montara en su capricho y se inclinara para dirigencia Estatal por Lorena Piñón Rivera.
COMO FUERA, el cambio de Presidente(a) y Secretario(a) General del Comité directivo Estatal priista se encuentra a la vuelta de la esquina, y algo grave debe estar sucediendo para que se realice con semejante prisa. Por lo pronto, cuatro nombres se perfilan, y ojalá se tome la mejor decisión para evitar que ese partido siga cavando su tumba de cara al 2027, cuando habrán de elegirse diputados locales y Federales, y se establezcan las bases para lo que será la sucesión gubernamental del 2030 que, sin ser pitonizos, ningún partido que vaya solo tiene oportunidad de ganar, dado el arrastre que aún tiene el Movimiento de Regeneración Nacional. En ese contexto, si quienes deciden se equivocan, el Revolucionario Institucional corre el riesgo de perder hasta el registro, absorbido, seguramente, por MC y el propio MoReNa que cacharán lo que quede de ese partido en 2027 y 2030.
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AHORA QUE, si en el PRI se avizoran tormentas por los cambios que habrán de producirse, salvo que Alito decida que todo quede igual, en MoReNa, también, se cuecen habas, y son más de tres los que ya se pronuncian por la salida de Esteban Ramírez Zepeta de cara al 2027, aun cuando se encuentra apuntalado por la Gobernadora Rocío Nahle García. Y es que el Senador Manuel Huerta Ladrón de Guevara anda tan desbordado que, incluso, llamó practica corrupta del Gobierno al hecho de que a empleados de la Secretaria de Salud les hayan dado bonos navideños en especie y no dinero en efectivo, como se acostumbraba al finalizar el año, cuando la instrucción de que así fuera partió de la propia Gobernadora Rocío Nahle. Quizá por ello, Huerta Ladrón de Guevara lanzó una severa crítica en contra de la decisión de pagar el bono de fin de año a trabajadores del sector Salud mediante tarjetas de vales de despensa, al considerar que se trata de una práctica de corrupción que contradice los principios de la Cuarta Transformación, ya que sostiene que ese mecanismo reproduce viejos esquemas de negocios entre políticos y grupos comerciales, similares a los que se aplicaron durante administraciones panistas en el Estado, cuando programas sociales y bonos laborales eran condicionados a compras en tiendas específicas, en lugar de entregarse en efectivo como lo establece la ley. Recordó el programa “Veracruz está conmigo”, impulsado por gobiernos del PAN, donde se utilizaban tarjetas para canalizar recursos públicos hacia determinados comercios. A su juicio, la situación actual no solo revive esas prácticas, sino que las normaliza bajo un gobierno que prometió erradicarlas. “El problema no es la tarjeta, el problema es el vínculo entre el gobierno y los negocios privados, ese maridaje que termina afectando directamente a la gente trabajadora”, expresó el senador, al señalar que obligar a consumir en establecimientos determinados lesiona la libertad económica y la dignidad laboral. En ese tenor, Huerta compara al Gobierno Estatal con el porfiriato, y a los comercios beneficiados para que allí se adquieran las mercancías, con las tiendas de raya. A ver si no expulsan al legislador que, según las malas lenguas, no acostumbra bañarse con regularidad. Como fuera, la gobernadora Rocío Nahle, ante la presión de los trabajadores, dio instrucciones para que el bono en especie entregado mediante una tarjeta pueda ser canjeado en efectivo. A ver qué pasa …OPINA carjesus30@hotmail.com
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