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| Si EU quiere una guerra comercial tendrá una. Lucharemos hasta el final: China. | ||||||
| El portavoz de China aseguró que Estados Unidos no debe culpar a otros países de su crisis por el consumo de fentanilo y mucho menos usar los aranceles para ejercer presión. | ||||||
| Martes 04 de Marzo de 2025 | ||||||
| Por: Excelsior | ||||||
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Si lo que Estados Unidos quiere es una guerra, ya sea una guerra arancelaria, una guerra comercial o cualquier otro tipo de guerra, estamos dispuestos a luchar hasta el final”, sentención Jian. El portavoz aseguró que cualquiera que decida presionar a China “está calculando mal” y volvió a mencionar que Estados Unidos no debe justificar la subida de aranceles a través de su combate al narcotráfico, especialmente del tráfico del fentanilo. Esta escalada en las tensiones comerciales aviva el conflicto entre las dos principales economías del mundo, con implicaciones globales. China rechaza las acusaciones sobre el fentanilo Estados Unidos justificó el aumento de aranceles citando el problema del fentanilo, una crisis de salud pública en el país norteamericano. Washington acusa a China de permitir la exportación de precursores químicos utilizados para fabricar esta droga sintética. Sin embargo, Lin Jian rechazó tajantemente estas afirmaciones y sostuvo que Pekín ha cooperado enérgicamente para combatir el tráfico de fentanilo. Estados Unidos, nadie más, es responsable de la crisis del fentanilo dentro de su país", declaró el funcionario chino. Además, denunció que, en lugar de reconocer los esfuerzos de China, Washington ha optado por culparla y utilizar el tema como una justificación para imponer barreras comerciales. La disputa por el fentanilo ha sido un punto de fricción en las relaciones bilaterales en los últimos años. A pesar de algunos acuerdos entre ambos gobiernos para frenar el tráfico de esta sustancia, Washington sigue presionando a Pekín para que tome medidas más estrictas contra la producción y exportación de precursores químicos. El impacto de los aranceles en la economía global Los nuevos aranceles afectan una amplia gama de productos chinos, desde tecnología hasta manufactura. La administración estadunidense argumenta que estas medidas buscan proteger a las empresas y trabajadores nacionales frente a la competencia desleal de China. Sin embargo, Pekín advierte que estas acciones podrían desencadenar una guerra comercial con consecuencias negativas para ambas economías y para el comercio mundial. China ha señalado que responderá con medidas equivalentes. Aunque no ha especificado qué acciones tomará, en el pasado ha impuesto aranceles a productos agrícolas estadounidenses, restringido la exportación de minerales estratégicos y aplicado regulaciones a empresas extranjeras que operan en su territorio. El precedente de la guerra comercial entre EU y China Esta no es la primera vez que ambos países se enfrentan en una disputa arancelaria. Durante la presidencia de Donald Trump (2017-2021), Washington impuso aranceles a cientos de productos chinos, a lo que Pekín respondió con medidas similares. El conflicto afectó a sectores clave como la tecnología, la agricultura y la manufactura, generando incertidumbre en los mercados financieros. Si bien la administración de Joe Biden ha buscado una relación más estable con China, la imposición de nuevos aranceles indica que persisten las tensiones comerciales. China ha advertido que cualquier intento de presión o coerción "no funcionará" y que está dispuesta a responder con firmeza. ¿Hacia una nueva fase de guerra comercial? La retórica de Lin Jian deja entrever que China no teme a una escalada del conflicto pues en ocasiones anteriores el país oriental ha dicho que no se someterá a las directrices del nuevo gobierno de Trump. Este tono desafiante refleja la postura de Pekín de no ceder ante lo que considera agresiones económicas. Sin embargo, una nueva guerra comercial podría afectar gravemente a sectores estratégicos de ambos países, así como a las cadenas de suministro globales. Analistas señalan que la relación entre China y Estados Unidos está entrando en una fase de mayor confrontación económica, lo que podría afectar a empresas multinacionales y a consumidores en todo el mundo. En este contexto, la posibilidad de negociaciones diplomáticas sigue abierta, pero las tensiones siguen en aumento. |
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