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XALAPA.- Mientras la gobernadora de Veracruz, Rocío Nahle García, discute por el apoyo que se entrega a la población afectada tras la tragedia ocurrida por el desbordamiento de distintos ríos en Veracruz. “No puedo repartir dinero, ya se repartió mucho en el Estado”, dice como si esos recursos le pertenecieran. Pero la realidad es que las afectaciones de las fuertes lluvias a inicios del mes de octubre ocasionaron la muerte de casi 5 mil cabezas de ganado, así como provocaron grandes pedidas materiales en sectores ganadero, comercial, empresarial y agrícola. De acuerdo con la Coordinación Nacional de Protección Civil, fueron 40 los municipios que resultaron afectados por las inundaciones, sin embargo, seis municipios fueron los que recibieron un mayor impacto. En Álamo, Poza Rica, Cazones, Gutiérrez Zamora, Tuxpan y Papantla resultaron con diferentes grados de afectados más de 10 mil establecimientos comerciales y empresariales, informales y formales, según estimaciones de Edgar Sandoval Pérez, investigador de El Colegio de Veracruz. Dicho número representa el 25 por ciento de las unidades económicas que operaban en dichos municipios, y van desde pequeños talleres y panaderías, hasta cooperativas pesqueras y empacadoras agrícolas. De acuerdo con datos del Directorio Estadístico Nacional de Unidades Económicas (Denue) del Inegi, en esos seis municipios veracruzanos hay 30,778 unidades económicas: Poza Rica, 11,124. Tuxpan, 6,448. Papantla, 5,350. Álamo, 3,743. Gutiérrez Zamora, 2,694. Cazones, 1,419. “La pérdida de cosechas por anegamiento y contaminación de suelos, agravada por el derrame de combustible en zonas de Poza Rica y Cazones, ha generado un efecto inflacionario focalizado: alimentos más caros en regiones donde los ingresos familiares han caído. En la práctica, esto significa un doble golpe para la población: menos trabajo y más caro vivir”, indica el investigador de El Colegio de Veracruz. De acuerdo con el también académico de la Universidad Veracruzana, cada municipio tiene una vocación distinta, por lo que la complejidad del impacto y recuperación es mayor. Tuxpan depende en gran parte del comercio portuario y los servicios turísticos; Poza Rica, del sector energético y su red de proveeduría; Álamo, del cítrico y el procesamiento agroindustrial; Cazones, de la pesca y el turismo costero; Papantla, de la vainilla y el ecoturismo rural y Gutiérrez Zamora, de la ganadería y el comercio regional. Cabe mencionar que los sectores que se mantienen activos son el hotelero y de alimentos debido a las personas que acuden a apoyar
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