Escrito en un 7 de marzo. Es el día que el ex gobernador de Veracruz, Fidel Herrera Beltrán, nacía en un pueblo llamado Nopaltepec, hace la friolera de 76 años. De Fidel se pueden escribir historias, Yo Mero podría hacer dos o tres libros sin ser su biógrafo. Desde que lo conocí en el año de 1973, presente lo tengo yo, cuando el hombre comenzaba a hacer sus pininos en La Cuenca del Papaloapan, pues venia de un pueblo llamado Nopaltepec, donde al nacer el Cura del pueblo tañó las campanas, porque premonitoriamente sabía que ese niño venia y traía no torta, traía un marcaje para llegar a ser gobernador de su estado. Aquel tiempo de esos años fue diputado federal por Cosamaloapan en la 49 Legislatura y su casa era la radio XEJF y después el diario Crónica de Tierra Blanca, que lo ayudaron a encumbrarse. De cuna humilde, vivió en los estudios y fue ascendiendo poco a poco los peldaños de la política juvenil, desde el tiempo que Echeverría lo becó a estudiar en la London Scholl of Economics de Inglaterra, de allí para adelante todo fue trepar a los cargos. Fue y siguió siendo priísta toda su vida. Jamás renegó del partido, por eso Alito Moreno y su palomilla le dieron una Medalla por mantenerse fiel a los principios de Jesús Reyes Heroles y todos aquellos intelectuales. Algún día relataré una historia que me tocó vivir, de las 11 mil con que cuento, cuando escuchó las palabras mayores para ser candidato al gobierno de Veracruz y yo mero, por circunstancias especiales, llegaba a Veracruz cuando me llamó para que lo acompañara ese día pues nos veníamos a Orizaba. Aquí pasó aquel memorable día cuando el PRI y el gobernador Alemán le dijeron que él era el bueno. Ahí se las cuento estos días. Por lo pronto, pásatela bien querido Fidel, ahora ya no podemos tener las buenas y sabrosas pláticas y comidas en México, por la enfermedad que convaleces. Junto a tu familia que te da amor y cariño, con tus hijos y nietos, con la añoranza y el triste recuerdo de no tener a tu compañera de toda una vida por primera vez en tu cumpleaños, doña Rosa Margarita Borunda de Herrera, quien desde el cielo te cuida. Qué Dios te siga protegiendo y la Virgen de la Salud te bendiga.
POR LA TINAJA
Se suele ir a Veracruz y encontrarte, porque yo mero siempre estoy salado, con un tapón horrible en una parte donde los inútiles de Capufe están componiendo esa carpeta abandonada, pasar media hora allí parado con calor de 32 grados. Cuando eso me ocurrió me fui por la Tinaja, es mejor porque está más o menos el piso en este estado donde el ahora inútil ex gobernador agarró chamba de gasero y dejó tiradas las carreteras, llenas de hoyos, las peores del país. Pero recibió premio. Sirve porque vas viendo el paisaje de los grandes camiones que transportan la caña para llevarla a los ingenios. Sirve también porque haces un alto en el camino para la compra de los quesos, de hebra, panela, jarocho, todo tipo y las natas y cremas para las enfrijoladas. Hechas con manos cuenqueñas en Capulines y El Mangal, allí donde el antiguo ADO hacia parada, cuando era paso obligado pues no había la autopista de Veracruz, uno llegaba y en lo que subía pasaje podrías comprar los antojitos típicos de las canasteras, y la cremería. Antiguamente había en El Retorno, un tramo de la autopista en el kilómetro 61, vendían todos estos productos, pero cuando llegó la Pandemia el negocio se achicó y ahora hay que ir a dar un rol por aquella zona. Tiene también Orizaba un negocio donde venden esos quesos, sur 13 entre Colón y Oriente 2 Ahí iré estos días. A consumir lo nuestro. |
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