—“Yo llegué por Don Eric… y no voy a quedarle mal”, fue la frase lapidaria que soltó la entonces titular del Poder Judicial, Lizbeth Aurelia Jiménez Aguirre en la era de “El Atarantado” luego de recibir una llamada de la secretaría de Gobierno para acomodar la justica en contra de un inocente.
La revelación hoy cobra vigencia en momentos en que
Lizbeth, de acuerdo a información filtrada por el propio gobierno de Nahle, será quien ocupe el cargo de Fiscal General del Estado.
Los del Bola #8 fueron, sin duda tiempos de grandeza para quien, sin discusión, era el virtual gobernador en el infausto mandato de Cuitláhuac García en donde era las órdenes del recomendado de la ciudad de México, eran la ley, la referencia, el acatamiento sin chistar.
Quedaba claro desde entonces que en el Poder Judicial veracruzano sus resoluciones no se construían con pruebas ni criterios, sino por teléfono.
La de Lisbeth Aurelia en ese entonces fue una confesión involuntaria, pero inequívoca señal de su lealtad a quien la encumbró en el poder político.
Hoy el legendario Bola #8 sigue cobrando facturas. Son las de un fuereño que se decía veracruzano, pero que en realidad nunca vivió en Veracruz y que lo mismo regañaba públicamente al hoy Conserje de Palacio, Ricardo Ahued, entonces alcalde de Xalapa, que consentía secuestros y asesinatos como el de Florisel Ríos Delfín, alcaldesa de Jamapa, Veracruz, acribillada por un comando tras la negativa del arrogante funcionario de auxiliarla en las amenazas de muerte en su contra.
Ese gordo, fue el mismo que públicamente reconoció el apoyo o al Cartel favorito del obradorismo, que impuso a Verónica Hernández Giadans, procedente de la familia de los “Zetas” y colocó en posiciones de privilegio a un centenar de funcionarios y, prácticamente desde el 2018, producto de sus aspiraciones para 2024, empezó a perseguir a los equiperos de Nahle, entre ellos al hoy diputado Diego Castañeda, quien tuvo que huir a la ciudad de México.
Diego, anotado en la terna de aspirantes anoche comunicó a la gobernadora que declinaba estar en la terna para Fiscal por motivos personales y familiares.
Y si bien anda por ahí circulado una lista de aspirantes en donde se incluye al prestigiado abogado Tomás Mundo Arriasa -que sería un lujo que estuviera al frente de la de FGE- todo indica que el dedazo de la señora apunta a Lizbeth, quien no niega la cruz de su Parroquia.
Difícil, por tanto, que Veracruz pueda regresar a la gobernabilidad con paz social cuando las mafias de poder siguen vigentes, cuando las alianzas con el Cartel de moda “Grupo Sombra” es el parte el pastel del poder, cuando los equiperos son unos impreparados y semianalfabetas, como se comprobó en las comparecencias previas al I Informe de Gobierno.
Hoy, a un año de distancia, le resulta punto más que imposible a Nahle cortarse el cordón umbilical con la gente que la impuso, menos combatir al Bola #8 o meter a la cárcel a Manuel Huerta, acusado de violación sexual.
Y mucho menos tocar con el pétalo de una rosa a Cuitláhuac García, titular del saqueo público.
De acuerdo a datos y cifras de la ASF se tienen documentados desvíos por casi 8 mil millones de pesos.
De ese tamaño es el saqueo a Veracruz.
Pero bueno, tampoco le preocupa tanto a la señora Nahle quien acude al viejo dicho político de que, si el enemigo es más fuerte que tú ¡Únete!
Ella trae sus bisnes con las medicinas y la obra pública, dispone de cuantiosos recursos de la SEV y dispone de un mega presupuesto anual que alcanza los 158 mil 705.5 millones de pesos.
Así que ¿Cuál es el pex?
Tiempo al tiempo.
*Premio Nacional de Periodismo
|
|